Antes, después y la Confeticidad

Mediante este espacio, podremos compartir nuestras vivencias, intercambiar ideas, puntos de vista y así poder apoyarnos. “Compartir es Vivir”.

Estreno esta primera publicación abriendo paso a lo que vamos a encontrar a lo largo de estos hilos

Queremos compartir valores importantes para nosotros, como son la Alegría , Solidaridad, Empatía, Resiliencia, Amor, Entrega ,Crecimiento, Superación, Fuerza, Colores.

Cuando Papá marchó, dejó a su paso un vacío que gritaba. Gritaba su ausencia, buscábamos su risa, su alegría, sus chistes, su entrar y salir… De repente, miedo. Todo cambió en un mes.

De la salud a la enfermedad, solo un paso. De “estar a no estar”. Sentir que todo se derrumba, que la vida, como la habías imaginado y planeado, tenía otro guion para tí. Y entras en una espiral de nuevos sentimientos, de ahogo, de dolor de estómago, pesadillas, preguntas y más preguntas…

Y estar unidos fue y es nuestra tabla de salvación. Llorar la rabia y la pena, compartir el desconsuelo, buscar por un momento el alivio en un abrazo.

¡Qué proceso tan complejo y doloroso!. Alguien me dijo por ese entonces, que el dolor en una pérdida es proporcional al amor que se le tiene a esa persona…Quizás sea así…

Duele el alma.

Y el tiempo va pasando, las preguntas van encaminándose a una respuesta, se reposa en el interior toda esa amalgama de emociones…

Y piensas que la alegría y los colores no volverán, que han desaparecido para siempre.

Más están, siguen ahí y aún en las más duras, te recuerdan que la Vida es un regalo, a pesar de todas las sorpresas desagradables que entraña.

Porque es quizás ahora, después de esta gran perdida, cuando realmente la CONFETICIDAD se ha llenado de sentido, de coger el testigo y seguir avanzando, aunque a veces cueste .

Ahí están los colores, cuestión de abrir los ojos con el corazón.

“Porque el tiempo vuela,

Y la vida no espera.

Despierta, abre tu corazón y ofrece lo mejor de tí.

Todo lo bueno que el mundo necesita, habita en nosotr@s”.

Pili